Cuando una persona sale a la calle, debe respetar unas normas, unas reglas que hay establecidas, estén escritas o no, que hacen la vida más cordial, agradable y ordenada para todos.
Somos muchos millones de personas en el mundo, y hay un espacio común que todo el mundo debe respetar. ¿Alguien se imagina que cada persona hiciese lo que le diera la gana? Sería un caos y una locura.
La prudencia es la mejor regla a seguir en sociedad. Nadie le dice la velocidad que tiene que llevar el carrito del supermercado, o a que altura debería llevar su paraguas cuando va andando por la calle o tantas otras cosas que no tienen una regla o norma escrita, pero si son de sentido común (algunos dicen, que es el menos común de los sentidos). El sentido común es el que hace que usted mismo valore estas situaciones con cierta prudencia. Si va muy deprisa con su carro del supermercado, es posible que tropiece con los artículos y los estropee o tire al suelo, es posible que haga daño a otra persona a la que golpea, etc. o en el caso del paraguas, puede dar en la cabeza a otra persona, puede golpear un escaparate, etc.
Los temas de este apartado tratan de recordar, simplemente, algunas normas básicas de educación que no debemos olvidar cuando estamos en lugares públicos, tanto abiertos como cerrados.
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